Ayer hace un montón de años que perdí la vida.
Aquel día de sol y cielo azul…
Aquel coche rojo, que me llevó a donde yo no quería ir.
El rugir del motor debajo de mis pies,
pisando y pisando fuerte… ganándole kilómetros al tiempo.
Olor a rueda quemada, frenada inútil, error que se paga.
Aquella maldita curva que me lanza sin permiso al acantilado.
Vuelo sin retorno, caída al vacío, principio del final.
Mi vida en un segundo, aquel recuerdo, imagen del ser querido,
escalofrío recorriendo mi cuerpo, ojos cerrados con fuerza.
Las manos… agarrandose al volante como a la propia vida.
De repente no siento nada, solo oscuridad y silencio.
Noto sin notar el paso del tiempo…sin que el tiempo exista.
Es extraño…ya no hay ni oscuridad ni claridad,
ni ruido ni silencio, ni bueno ni malo, ni principio ni final.
Es extraño… no siento siquiera, el sentir o el no sentir.
No me cuesta esfuerzo incorporarme,
ni avanzar sin tener que moverme, ni ver sin tener que mirar.
Es extraño… pero no tengo sensación de placer ni dolor,
ni angustia o emoción.
Una voz sin sonido me pregunta…
¿Y tú, que haces aquí? ¿Por qué tiraste así tu vida?..
No hiciste nada para cuidar tu mundo.
Ni te preocupó su deterioro, ni su lenta destrucción.
¿Y que me dices de su gente… que hiciste por ellos?
Miraste a otro lado al ver la pobreza del mundo.
No apreciaste la oportunidad y ese regalo que es la vida.
Fuiste indiferente por la vida o por la muerte de los demás.
Pensaste tan solo en pasarlo bien, en viajes exóticos,
en los amigos, en las mujeres, en el placer,
en la riqueza, en el poder, en gastar cada día mas y mas,
en disfrutar sin importarte la desigualdad de los demás.
Hoy regresarás a tu mundo, te daré una nueva vida…
y empezarás a vivir de nuevo.
Así fue…
Y pasó el tiempo….
Y ayer otra vez, hace otro montón de años…
perdí por tercera vez mi vida…
y yo cometiendo los mismos errores.
El ser humano no tiene remedio.
Ni aprende ni desea aprender.
...Carlos Ortiz V...
Aquel día de sol y cielo azul…
Aquel coche rojo, que me llevó a donde yo no quería ir.
El rugir del motor debajo de mis pies,
pisando y pisando fuerte… ganándole kilómetros al tiempo.
Olor a rueda quemada, frenada inútil, error que se paga.
Aquella maldita curva que me lanza sin permiso al acantilado.
Vuelo sin retorno, caída al vacío, principio del final.
Mi vida en un segundo, aquel recuerdo, imagen del ser querido,
escalofrío recorriendo mi cuerpo, ojos cerrados con fuerza.
Las manos… agarrandose al volante como a la propia vida.
De repente no siento nada, solo oscuridad y silencio.
Noto sin notar el paso del tiempo…sin que el tiempo exista.
Es extraño…ya no hay ni oscuridad ni claridad,
ni ruido ni silencio, ni bueno ni malo, ni principio ni final.
Es extraño… no siento siquiera, el sentir o el no sentir.
No me cuesta esfuerzo incorporarme,
ni avanzar sin tener que moverme, ni ver sin tener que mirar.
Es extraño… pero no tengo sensación de placer ni dolor,
ni angustia o emoción.
Una voz sin sonido me pregunta…
¿Y tú, que haces aquí? ¿Por qué tiraste así tu vida?..
No hiciste nada para cuidar tu mundo.
Ni te preocupó su deterioro, ni su lenta destrucción.
¿Y que me dices de su gente… que hiciste por ellos?
Miraste a otro lado al ver la pobreza del mundo.
No apreciaste la oportunidad y ese regalo que es la vida.
Fuiste indiferente por la vida o por la muerte de los demás.
Pensaste tan solo en pasarlo bien, en viajes exóticos,
en los amigos, en las mujeres, en el placer,
en la riqueza, en el poder, en gastar cada día mas y mas,
en disfrutar sin importarte la desigualdad de los demás.
Hoy regresarás a tu mundo, te daré una nueva vida…
y empezarás a vivir de nuevo.
Así fue…
Y pasó el tiempo….
Y ayer otra vez, hace otro montón de años…
perdí por tercera vez mi vida…
y yo cometiendo los mismos errores.
El ser humano no tiene remedio.
Ni aprende ni desea aprender.
...Carlos Ortiz V...
No hay comentarios:
Publicar un comentario