Y quedó tumbado en la cama, con el último aliento de vida
Las lágrimas del interior… apretando el alma a la esperanza.
Sus ojos entornados repasaban secuencias vividas.
Cuerpo cansado por tanta batalla perdida.
Se veía… como un Quijote que gastó su energía contra molinos de viento, fantasmas inventados, o en idioteces sin sentido.
Ahí estaba tumbado en su cama.
Repasando exámenes de su vida.
Suspensos, aprobados y algún notable obtenido por chuletas en blanco o miradas perdidas.
Escritos con tinta invisible… que no llegaron al destino y
palabras mudas que se perdieron por el camino.
Una margarita siempre en la mano… con la que se jugaba un si o un no.
Siempre en la cuerda floja, en el peligro contante.
Una apuesta de orgullo a la carta más alta.
Ahí estaba… tumbado en la cama.
Reclamando a la vida lo perdido por una mala mano.
Y la vida contestándole…
“tú lo has jugado, tú lo has perdido o lo has ganado, yo simplemente puse las cartas en tu mano”…
Cartas de familia, amigos, amores y amantes.
Cartas de castigo y perdón, del si o del no.
Carta del bien y del mal.
Cartas que solo tú… tuviste que administrar.
Ahí quedó tumbado en la cama…
viendo como su propio destino, le arrebataba la margarita de su mano.
…Carlos Ortiz V…
Las lágrimas del interior… apretando el alma a la esperanza.
Sus ojos entornados repasaban secuencias vividas.
Cuerpo cansado por tanta batalla perdida.
Se veía… como un Quijote que gastó su energía contra molinos de viento, fantasmas inventados, o en idioteces sin sentido.
Ahí estaba tumbado en su cama.
Repasando exámenes de su vida.
Suspensos, aprobados y algún notable obtenido por chuletas en blanco o miradas perdidas.
Escritos con tinta invisible… que no llegaron al destino y
palabras mudas que se perdieron por el camino.
Una margarita siempre en la mano… con la que se jugaba un si o un no.
Siempre en la cuerda floja, en el peligro contante.
Una apuesta de orgullo a la carta más alta.
Ahí estaba… tumbado en la cama.
Reclamando a la vida lo perdido por una mala mano.
Y la vida contestándole…
“tú lo has jugado, tú lo has perdido o lo has ganado, yo simplemente puse las cartas en tu mano”…
Cartas de familia, amigos, amores y amantes.
Cartas de castigo y perdón, del si o del no.
Carta del bien y del mal.
Cartas que solo tú… tuviste que administrar.
Ahí quedó tumbado en la cama…
viendo como su propio destino, le arrebataba la margarita de su mano.
…Carlos Ortiz V…