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jueves, 13 de septiembre de 2012

UN CAMISON CORTO Y BLANCO



Estaba preocupado, no encontraba mi cuerpo.
Me puse a buscar nerviosamente………..
Me encontraba en medio de un salón, en una casa que desconocía.
Tenía una chimenea encendida frente a mí. Muy cerca al fuego, una alfombra de pelo largo y color marfil, botella de champán, totalmente vacía, dos copas, una de pie la otra en el suelo rota.
Me asalta más preocupación.
No encuentro mi cuerpo.
Paredes altas y blancas, vestidas con cuadros de cazadores y animales cazados.
Dos escopetas y un rifle, presumían entre ellos en su vitrina.
Una gran lámpara negra y de hierro forjado, colgaba del techo con gran notoriedad.
Un sofá de tres cuerpos dejando reflejar en su piel canela, el color rojizo de las brasas de la chimenea.
Apartada y frente al sofá, una mesa baja, rectangular, de cristal y madera,
que servia de apoyo a un sin fin de velas encendidas, (algunas apagadas seguramente por el transcurrir del tiempo) que con su tenue luz iluminaban unos zapatos negros, que se asomaban como con temor, por debajo de un vestido rojo que yacía tirado en el suelo
y muy junto, casi encima, una camisa de hombre.
Camisa blanca y arrugada fiel testigo de lo que allí pasaba, (esa camisa yo la recordaba).
Mi preocupación sigue en aumento, aun no encuentro mi cuerpo.
Observe al fondo, un pasillo.
Antes de entrar en el, a su derecha y haciendo pasar las primeras luces del alba, un ventanal grande y empañado por el frío, que dejaba ver (no con poco esfuerzo) un tupido bosque de pinos y asomando entre claros y sombras, los picos y crestas de una majestuosa cordillera blanca, cubierta de nieve caída.
Seguía preocupado, el sitio lo desconocía y a mi pobre cuerpo no lo encontraba.
Decidí dirigirme al pasillo, estaba oscuro extremadamente frío, una puerta medio
cerrada, pase cerca y un escalofrío se apodero de mí.
Me acerque y sentí el sonido de un beso, el roce de unas sabanas en dos cuerpos desnudos.
Desesperado por no encontrar mi cuerpo, agudice el sentido.
Un olor dulzón salía de la habitación, mezcla de almizcle, madera, azahar, ámbar y jazmín, ese olor tan especial tan afrodisíaco, ese olor que se juntaba, con un perfume muy conocido por mí.
Hombre y una mujer, dos cuerpos muy juntos.
Me acerque un poquito mas, casi podía sentir sus labios muy juntos jugueteando entre si.
Sentía envidia y yo, sin encontrar mi cuerpo.
Noto.., sus manos entrelazadas como si estuviera presente, siento el calor de su presencia, el sabor el dulzor de sus besos.
Noto las manos deslizarse por su piel, su pecho firme y suave, el calor en su mirada, un beso en el cuello, la ternura que despide su cuerpo.
Noto el calor que desprenden. Muy juntos los dos, uno alado del otro.
Encima, debajo, adelante, detrás, locura de pasión, se arañan la espalda, se tiran del pelo, sudor por el esfuerzo, le muerde la oreja, se siente muy dentro de el, se siente muy dentro de ella, tiemblan sus cuerpos por el grato momento.
No aguanto mas, tengo que encontrar mi cuerpo.
De pronto paz y silencio, me invade la curiosidad, quiero ver sus cuerpos y paso adentro.
Veo la cama……… y encima, desnudo y tumbado, mi cuerpo.
Me quedo parado sin saber que hacer.
Junto a mi cuerpo, “un camisón corto y blanco”………y la falta de un cuerpo.


………Carlos O.V……….

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2 comentarios:

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  2. para ti ya que no das la cara....
    m.a.r.g.---bo.ll.24.a
    La vida es justa...
    La justicia lenta...
    La espera larga...
    Pero todo llega...

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